Los registros fósiles revelan que los grandes cambios climáticos del pasado provocaron que los animales empequeñecieran. Ahora, un estudio muestra que una gran cantidad de especies está reduciendo su tamaño como respuesta o consecuencia del aumento de las temperatura y la alteración de los patrones de lluvia. La única diferencia con el pasado es que, en esta ocasión, el hombre está detrás de estos cambios
Desde
microorganismos hasta los principales depredadores, casi el 45 por ciento de las especies estudiadas ha crecido menos en
las últimas generaciones debido, según mantiene varios investigadores
en un trabajo publicvado en Nature
Climate Change, al cambio climático.
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investigaciones establecían que el reciente cambio climático está detrás de los
cambios agudos en el hábitat y la sincronización de los ciclos reproductivos.
Pero el impacto en el tamaño de las plantas y los animales había recibido mucha
menos atención.
Los
investigadores Jennifer Sheridan y David Bickford de la Universidad Nacional de
Singapur, revisaron la literatura científica sobre los episodios de cambio climático del pasado y
los han comparado con experimentos y observaciones de la historia
reciente.
Los
registros fósiles son claros: los períodos anteriores de aumento de las temperaturas
han llevado tanto a los organismos marinos como terrestres a ser más
pequeños. Hace 55 millones de años,
durante otro proceso de calentamiento en ocasiones comparado al actual, losescarabajos, abejas, arañas, avispas y
hormigas empequeñecieron entre un 50 y un 75 por ciento durante un
período de varios miles de años. También, mamíferos como las ardillas y otros
roedores disminuyeron de tamaño, alrededor de un 40 por ciento.
Ahora,
según han comprobado en un conjunto de especies actuales, de los 85 ejemplos
analizados, el 45 por ciento no había sido afectados Pero de los
restantes, cuatro de cada cinco se
habían vuelto más pequeñas, mientras que un quinto aumentó de tamaño.
Para
los animales de sangre fría, incluidos los insectos, reptiles y anfibios, el
impacto es directo:los experimentos
sugieren que un aumento de un grado centígrado se traduce en un incremento
aproximado del 10 por ciento en el metabolismo lo que, a su vez,se
traduce en un disminución del tamaño. El sapo común, por ejemplo, ha encogido
su diámetro en sólo dos décadas, como algunas tortugas, iguanas marinas y
lagartos.
Algunos de los cambios más preocupantes se
encuentran en la parte inferior de la cadena alimentaria, especialmente en
el océano, donde las pequeñas criaturas del fitoplancton están disminuyendo de
tamaño debido a la acidificación y la reducida capacidad que tiene el agua cada
vez más caliente para mantener el oxígeno y los nutrientes. agregaron.
"Hasta que no sepamos más, podríamos estar corriendo el riesgo de unas consecuencias
negativas que todavía no podemos cuantificar".
Hace eco de esta noticia Juan Viruez.
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