Los animales son muy sensibles a los efectos del
cambio climático. Les afecta su ciclo reproductivo y hábitat, elementos
fundamentales en su supervivencia.
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Un gran ejemplo es la tortuga mediterránea.
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El estudio examina las consecuencias de los cambios en
precipitación y temperatura en España en las poblacionales de la amenazada y
endémica tortuga mediterránea.
Los resultados mostraron que bajo un escenario árido,
el riesgo de extinción se acentúa debido a una falta de reclutamiento de nuevos
individuos reproductores en la población.
Se detectaron diferentes grados de riesgo en el área
de distribución de la especie como el delta del Ebro o Andalucía, debido a
diferencias locales en precipitación y a la presencia o ausencia de
perturbaciones no climáticas.
El mayor riesgo de extinción se obtuvo para
localidades en las que los modelos climáticos pronosticaban inviernos muy secos
y en donde además existían otros factores adicionales de mortalidad.
Recopilada por Juan
Francisco Morales Domínguez.
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